Amy Winehouse, para Fred Perry

 Amy Winehouse ha reaparecido, y lo ha hecho dejando atrás esa imagen de chica desastrosa que durante tanto tiempo ha lucido. Con el pelo limpio, el moño bien hecho y las prendas en perfecto estado, Winehouse es la nueva imagen de la firma Fred Perry.

    Más aún: la que fuera diva del soul ha colaborado activamente en el diseño de la colección. Un total de 17 piezas, entre las que se incluyen prendas clásicas de la casa (el polo M12 con dos rayas, la chaqueta Harrington, el vestido de punto) con un «tratamiento Winehouse» y que aún así se siguen reconociendo a primera vista. Destacan un «twinset» muy femenino muy años cincuenta, estampados de cuadros de vichy nada inocentes, faldas de tubo que se acortan peligrosamente, pantalones Capri con un toque punk. Los colores predominantes son el negro y el rosa. Los cuellos decididamente se llevan levantados, listos para la acción. Y por cada detalle masculino hay un toque ultra femenino.

    “Siempre he usado y me ha encantado Fred Perry. Es un gran placer trabajar con ellos y estoy impaciente por ver a chicas en la calle con mis diseños”, dice Winehouse.

    No es tan extraño que una firma ponga sus ojos en Amy. Al fin y al cabo, antes de sus excesos, escándalos, polémicas y caídas, Amy creó escuela con un estilo (musical y sartorial) propio. Puso de moda el moño XXL, recuperó el eyeliner marcado, y se construyó un armario a base de mezclas de estampados imposibles muy bien conjuntados (tartan con leopardo, por ejemplo). Tenía estilo. Después llegaron las drogas, el alcohol y los excesos, y la imagen de Amy bajó con la misma velocidad a la que había subido. Esperemos que estas fotos (que toma Brian Adams para la ocasión) sean las primeras de un regreso por todo lo alto. 

Yosmary López