Inglaterra planea despedir 500.000 empleados públicos en los próximos cuatro años

Londres(ANSA).- El Gobierno de coalición británico anunció hoy un plan de ajustes de hasta 83.000 millones de libras esterlinas (130.370 millones de dólares), el mayor en el país en los últimos 60 años. 

El plan, anunciado en el Parlamento por el ministro de Economía británico, George Osborne, incluye el despido de al menos 500.000 empleados públicos, meta que se espera alcanzar para 2014 ó 2015.

El objetivo del programa, según el gobierno, es reducir el enorme déficit fiscal del país, que trepa al 11% del PIB nacional. 

"Hoy es el día en el que Gran Bretaña se salva del abismo, cuando enfrentamos las facturas por una década de deuda", alegó el jefe del Tesoro al dar comienzo a su ponencia. 

"Es un camino duro, pero que lleva a un futuro mejor", agregó. 

Durante su anuncio, Osborne confirmó que las reducciones serán de entre un 25% y un 40% para los presupuestos de las distintas áreas del Estado, incluyendo Seguridad, Educación, Medio Ambiente y Bienestar Social. 

Osborne confirmó que el Ministerio del Interior enfrentará recortes del 6%, la Cancillería del 24%, y Aduanas, del 15%. 

Además, confirmó que la edad de jubilación aumentará a 66 años para los próximos dos años. 

Por su parte, el jefe del Partido Laborista, el recientemente elegido Ed Miliband, afirmó que el Gobierno encabezado por el conservador David Cameron "está poniendo en juego irresponsablemente" la economía del país. 

"Hay una alternativa. Lo que el Gobierno debería estar haciendo es poner en marcha un plan para reducir el déficit, pero protegiendo las fuentes de trabajo y el crecimiento para nuestro país", destacó. 

Este martes, Cameron anunció un recorte del 8% para el gasto de Defensa, que llevará al despido de 42.000 empleados del sector y la salida de servicio del buque insignia de la Royal Navy, el HMS Ark Royal. 

Por su parte, el viceprimer ministro, el liberal democrático Nick Clegg, afirmó a los parlamentarios de su agrupación que el programa de ajustes "involucró decisiones difíciles", pero que según él son necesarias "para construir una Gran Bretaña más justa y liberal".