Al escolta lo mataron amistades peligrosas

Los investigadores del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, no descartan que los asesinos de Norman Enrique Bracho Hernández (35), pertenecían a su entorno de amistades.

Esta mañana el comisario Humberto Ramírez, jefe del CICPC-Zulia, confirmó lo publicado ayer por Noticia al Día. Dijo que el escolta había empeñado su pistola y luego de retirarla lo interceptaron para asesinarlo y robarle el arma: una Glock 9 mm, modelo 19.

Al parecer una amistad peligrosa de Norman le tenía la pistola. A las cinco de la tarde el hoy occiso salió de su casa en el sector Los Robles de Maracaibo y su pareja, Lexi García, dijo que llevaba 12 mil bolívares fuertes para recuperarla. Manifestó ante la prensa que un funcionario policial le había quitado la Glock y que le estaba pidiendo esa cantidad de dinero para devolvérsela. Lo cierto, según las investigaciones, es que Norman Bracho la tenía empeñada por 8 mil BsF.

El crimen del escolta ocurrió a eso de las 11:30 de la noche del lunes al momento que se desplazaba en un auto Nissan Almera por el sector Cañada Honda, a 200 metros del hotel Aladín.

Funcionarios de la policía municipal de Maracaibo fueron los primeros al llegar a la escena del crimen. El abaleado, moribundo, fue llevado al Hospital General del Sur. Allí falleció a las 12:30 de la madrugada del martes.

Dos impactos recibió Norman Enrique. Uno en la cabeza y otro en su pómulo derecho. Esta última herida presentó un orificio con quemadura o tatuaje; lo que parece ser que le dispararon a pocos centímetros. Quien lo hizo podría haber estado a su lado como copiloto. Los detectives manejan esa probabilidad. También analizan si fueron dos los tiradores. Uno de esto habría disparado desde afuera a través del vidrio de la ventana.

El comisario Humberto Ramírez aseguró que las investigaciones se encuentran adelantadas.

                                                                                                                        Minú León