08.11.2010 23:16
Todavía extraño sus besos de chocolate, sus caricias de merengue y sus abrazos de dulce de leche. Ella era la persona más dulce del planeta y yo fui excesivamente goloso.
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Como era de esperarse, terminé convirtiéndome en un adicto a sus mimos. La amaba más que a nada, pero cada minuto...